Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, el Cabildo de Gran Canaria ha realizado un homenaje a 21 mujeres profesionales del sector primario, entre las que se encuentran Pino Ramírez Rodríguez, representando al municipio de Teror. Pino Ramírez, de 83 años de edad, trabajó toda su vida en la agricultura, en la Finca de Osoriotrabajó toda su vida en la agricultura, en la Finca de Osorio, primero ayudando a su padre, pero con los años se hizo autónoma, siendo la figura visible de una actividad eminentemente masculina.  Fue una mujer adelantada a su época, que rompió con muchas “normas impuestas”. Desde joven iba sola a los bares del municipio; se casó con 37 años; y tuvo a su hija unos años después, siempre trabajando en las labores del campo y compaginándolo con las labores del hogar. Ha sido un referente para muchas mujeres en el ámbito rural.

El homenaje público realizado por el Cabildo de Gran Canaria con el objetivo de dar visibilidad a la participación de la mujer en el sector primario tuvo lugar el jueves 13 de octubre por la tarde, en la Sede de la institución insular, en un acto presidido por el presidente insular Antonio Morales, al que también acudió la concejala de Igualdad de Teror, Angharad Quintana.

 

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, puso de relieve “el trabajo fundamental” que desempeña la mujer en el ámbito rural de la Isla, en el acto en el que la Corporación insular ha reconocido y homenajeado la labor de 21 representantes de este colectivo, una por cada municipio, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Rural.

21 ejemplos para toda la sociedad grancanaria

Este año, cada municipio ha sido el encargado de designar a las mujeres homenajeadas, por ser personas reconocidas en sus pueblos y, en muchos casos, más allá del territorio insular. Se trata de Eloísa Quintana Díaz, con casi medio siglo como productora de los quesos Lomo del Palo, en Gáldar; Lucía Torres Moreno, diplomada en Empresariales y productora de los exitosos quesos de La Era del Cardón, en Agüimes; Marta María Quintana Pérez, veterinaria y ganadera de Ingenio; Miriam Melián Suárez, diplomada en Magisterio y tercera generación que regenta una funeraria en La Aldea; y María del Pino ‘Pimpina’ Sánchez González, costurera que promueve la industria textil y el folclore en San Mateo.

También se ha reconocido a Carmen Gloria Díaz Hernández, cuyo huerto ecológico llega a numerosas personas en Santa Brígida, a través de la tienda ‘Sabe a Gloria’; Alba Cruz Gutiérrez, quien también vende productos de su huerta y de artesanía de palma en una tienda de ‘aceite y vinagre’ creada por su abuela, en Santa Lucía de Tirajana; Dolores María Domínguez González, que regenta el bazar ‘Paquito’ en Firgas, en el que atiende las necesidades de sus vecinos y vecinas; Maite Medina Díaz, que pone voz al folclore y las tradiciones de Artenara, además de ejercer su actividad como auxiliar de enfermería; María Esther Trujillo Suárez, panadera, tendera, cocinera y cuidadora de su familia en Tejeda; María Dolores Santana Vega, que elabora quesos con su cabaña ganadera en Valsequillo, y Rita María Naranjo Pérez, quien amplió a la actividad agrícola la quesería familiar que posee en Las Palmas de Gran Canaria, tras lograr el título de Veterinaria.

Iberia Maricela Quintero Suárez, venezolana que cambió su mundo y su modo de vida por Gran Canaria, para dedicarse a la agricultura en Telde, también recibió su reconocimiento, junto a Pino Lorenzo Correa, trabajadora de la tierra desde niña y que confeccionó ropa y la lavaba, limpiaba, empaquetó hortalizas, cocinera, peluquera y ‘enfermera’ durante la construcción de la presa de Soria en Mogán; a María Elena Cabrera Santana, de Arucas, quien estudió Capacitación Agraria y ha sido formadora y creadora de un comercio de jardinería, activista en el ecologismo y en la Asociación de Mujeres Maresía; a Ana María Castellano Nuez, animadora de la sociedad civil y el voluntariado en Moya, y a Fabiola Vega Rodríguez, quien retornó a San Bartolomé de Tirajana para cultivar frutales, un huerto y criar ganado, para sentirse plenamente realizada, como asegura.

Finalmente, el homenaje ha sido también para María ‘Marusa’ Dámaso Sosa, que desde niña recogió pinocha y los productos de la huerta, y cuyo nombre se asocia al café de Agaete, su pueblo; Lidia Santiago Hernández, vinculada a la agricultura de Guía y especialmente a las hierbas aromáticas que produce y distribuye en toda Canarias; Rosa Aguiar Pérez, que se trasladó de Valleseco a Veneguera, donde trabajó con todo tipo de hortalizas de exportación, y que volvió a su pueblo para cuidar ganado y una extensa familia, y para María del Pino Ramírez Rodríguez, de Teror, donde trabajó toda su vida en la agricultura como autónoma y mantuvo su lucha en busca de su independencia, en una actividad que se consideraba de hombres.