Las calles del Casco de Teror lucirán una treintena de alfombras elaboradas por unas 300 personas. La Calle Nueva permanece cerrada al tráfico desde las 20:00 horas de este jueves 6 de junio, hasta el viernes por la noche 7 de junio.
Teror festeja este viernes 7 de junio la festividad local del Sagrado Corazón de Jesús, caracterizada por las tradicionales alfombras que visten las calles del Casco por las que transcurre la procesión después de la misa, a las 19:00 horas. Unas 300 personas y colectivos participarán en la elaboración de las tradicionales alfombras del Sagrado Corazón en el Casco de Teror, día festivo en el municipio.
Entre las alfombras del recorrido, destaca la realizada por el Ayuntamiento de Teror, que lucirá en la calle Real. Con motivo de la elaboración de las alfombras, la Calle Nueva cierra al tráfico desde las 20:00 horas de este jueves, 6 de junio a las 23:00 horas del viernes 7 de junio, una vez que se realice la limpieza de las calles.
Desde hace mas de tres décadas la festividad del Sagrado Corazón de Jesús se celebra como día festivo en el municipio. Las alfombras elaboradas de diversos materiales lucirán desde primera hora del viernes en la Plaza del Pino, Calle Real de la Plaza, Calle Nueva, Diputación, Iglesia Chica, La Cal, Obispo Marquina y Plaza del Pino.
Las calles por las que discurrirá la procesión del Corazón de Jesús serán: Plaza Ntra. Sra. del Pino, Calle Real de la Plaza, Plaza del Muro Nuevo, Calle Isaac Domínguez, Calle Nueva, Calle de la Diputación, Calle Iglesia Chica, Calle la Cal, Alameda Pío XII, donde se realizará la traca y artificios pirotécnicos, y Calle Obispo Marquina.
A partir de este jueves por la tarde comenzarán a confeccionarse las alfombras elaboradas por asociaciones de vecinos, asociaciones, clubes deportivos, colectivos y particulares del municipio, en colaboración con el Ayuntamiento de Teror, que aporta material y también elabora su propia alfombra.
La tradicional decoración de la calles con alfombras el día del Sagrado Corazón de Jesús, data de la primera década del siglo XX, con la llegada a la Villa Mariana del párroco Juan González Hernández en 1908, que fomentó al máximo el culto a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús influenciado por su devoción jesuíta.